lunes, 4 de enero de 2010

LOS REYES VAGOS




Hace algún tiempo los reyes magos vinieron a la Argentina con el fin de repartir regalos a los niños pidiendo a cambio, pasto y agua para sus camellos. Los niños esperaban ansiosos su llegada.
Una tarde aterrizaron en plena plaza de mayo para poder planificar toda la logística de distribución de regalos a lo largo y a lo ancho del país.
Estaban tan contentos por la visita que pensaron en regalar el doble de lo que habían hecho el año anterior. Entonces se repartieron la cansadora tarea.
El primero en salir del bunker, fue Baltazar, que era el rey de piel negra. Le tocó salir por calle Rivadavia cargado con bolsas de regalos. Allí fue interceptado por un grupo de manifestantes que luchaban contra la discriminación y lo obligaron a sumarse a la marcha y a entregar las bolsas de regalos. Posteriormente este rey vio como se vendieron los obsequios y fueron cambiados por dinero para vino y choripanes para los protestantes.
El segundo en salir fue Gaspar, que era el rey más joven. Le tocó ir a La Matanza. Allí fue interceptado por un grupo de alumnos del centro de estudiantes de la facultad de filosofía. Le quitaron las bolsas y se repartieron los juguetes entre ellos. Se supo, tiempo después, que el dinero producto de la venta de esos juguetes fue utilizado para comprar marihuana y alucinógenos. No es detalle menor que este rey fuese presionado para que luche en defensa de la universidad pública y gratuita.
El tercero en zarpar fue Melchor, que era el rey anciano. Castells lo sumó al movimiento de jubilados y desocupados y un grupo de personas le pidió las bolsas de juguetes. Dichos objetos fueron cambiados por tortas fritas para todos los transeúntes de la zona. Días después en los cafés se comentó de que vieron a un rey, exigiendo con gente de Castells una colaboración alimentaria en el supermercado Wallmart.
Hoy en día, estos reyes tienen un presente diferente al de miles de años atrás.
Baltazar, luego de ser exclavo de una empresa textil, donde cobraba cincuenta centavos por prenda y trabajaba veintitrés horas y media al día, fue salvado por la secretaria de trabajo ya que cerraron la fábrica. A todos los empleados, incluso a Baltazar se les dio un plan trabajar para compensar el despido.
Gaspar cobra una beca de ciento cincuenta pesos “sin estudiar”, que le regaló el centro de estudiantes. También y de vez en cuando se le brindan gratuitamente apuntes “ya” subrayados de filosofía.
Y finalmente, el viejo Melchor, cobra una jubilación sin haber pagado nunca aportes previsionales. Como actividad diaria, sale junto al movimiento de Castells a pedir colaboraciones a los grandes supermercados. Las viejas chusmas cuentan que vieron como se lo llevaban preso en una protesta.
De todos modos a los padres se les complicó el hecho de explicarles a los hijos porque ya no venían los reyes magos.
Por el momento habrá que esperar a que se retiren estos reyes magos deformados por la vida política y social Argentina.
En Oriente se enteraron de lo sucedido y optaron por nombrar otros reyes magos, pero se les prohibió el ingreso a Argentina, teniendo en cuenta las experiencias vividas.
Esperemos que esta situación se supere, de lo contrario en nuestro país no tendremos reyes magos genuinos por mucho tiempo y los niños no estarán tan contentos como deberían estarlo.
Mientras tanto se tendrán que conformar con el padre o la madre supliendolos de la mejor manera posible, aunque a algunos les cause fastidio despertarse a la madrugada.
Desde Tucumán solicito al gobierno una solución urgente y la implementación de políticas adecuadas al respecto.

martes, 21 de julio de 2009

EL VERDADERO CUENTO DE LOS TRES CHANCHITOS (VERSION ROLINGA)

Tiempo atrás, en el corazón de la ciudad vivían tres cerditos que eran hermanos. El más grande era el cerdo cheto. El del medio era el cerdo villero. Y el más pequeño era el cerdo rolinga. El lobo de la municipalidad siempre andaba persiguiéndoles para comérselos con las boletas de impuestos. Para escapar del lobo, los cerditos decidieron hacerse un refugio.
El grande la hizo de material de primera, piscinas, portones eléctricos y todo lleno de rejas. Parecía una jaula, para que el lobo no intente entrar y así poder irse a jugar rápido al polo con sus amigos.
El mediano construyó una prefabricada de madera para poder irse temprano a tomar vino en caja y a escuchar cumbia villera con las chinitas del barrio.
El menor rolinga fumaba marihuana al ritmo de bob marley en su refugio de hojas de marihuana.
- ¡Lobo ortiva! ¡careta! jajajaja- gritaba y luego reía a carcajadas mientras perdía la cuenta de los porros que fumaba. El lobo salió detrás del cerdito cheto y él corrió hasta su refugio y llamó a su vecino senador. El lobo intentó cobrar los impuestos pero sus intentos quedaron en la nada.
El lobo persiguió también al cerdito villero por la bailanta, que luego corrió a refugiarse y llamó a su puntero político. El lobo intentó cobrar la renta inmobiliaria. Nada logró pero unos pesos para la pizza y la birra pudo llevarse.
Casi sin aliento, el lobo llegó al refugio del cerdo rolinga. Este tiraba humo como si fuera un incendio forestal.
El lobo se puso a dar vueltas al refugio, buscando algún sitio por donde entrar. Con una tijera podadora cortó varias hojas de marihuana, para colarse. Pero el cerdito de flequillo rolinga puso marihuana seca y picada en un papel y empezó a quemar. El lobo atraído por la baranda accedió al interior del refugio, cayó a la par del rolinga que yacía en el suelo y también se fumó.
Escapó de allí dando unos terribles aullidos porque creyó ver a Bob Marley vivo, sonriéndo y cantando “I wanna love you”. Se cuenta que nunca jamás quiso cobrarle al cerdito rolinga.
Después de lo sucedido, los tres cerditos siguieron distintos caminos. El cerdo cheto consiguió un cargo politico muy bien remunerado en la legislatura a cambio de poco esfuerzo. El cerdo villero y el rolinga obtuvieron un "plan trabajar". Los tres vivieron felices por siempre. Eso si. El cerdito rolinga además se dedicó a cultivar hierbas y a fumar lo que cosechaba.
FIN

lunes, 13 de julio de 2009

DESPERTANDO CON BARBIJO, POMADA ANTIMOSQUITO Y SIN UN MANGO

El paciente Pablo abre los ojos y lo primero que ve es un techo blanco. Se encuentra acostado en una camilla del sanatorio y aparece un medico con una sonrisa dibujada en el rostro. Y atina a hablarle.

-Bien hombre. Despertaste.

-¿Por qué estoy acá?

-Porque estuviste catorce meses en coma. A partir de hoy empezás una nueva vida y yo te voy a explicar algunas cosas.

-¡Qué felicidad haber despertado!. ¿Qué tipo de cosas me quiere explicar?. ¡Quiero irme de acá!.-

-Bueno pero primero, te voy a tener que dar el alta. Eso si cuando salgas ponete barbijo porque estás delicado y una gripe te fulminaría.

-¿Por qué barbijo?

-Hay pandemia de una gripe peligrosa. El país está en llamas. Y hay emergencia sanitaria. No olvides lavarte las manos con jabón o alcohol en gel.

-¡Qué macana! Pero bueno entonces saldré con barbijo y tomaré algunas vitaminas para reforzarme.-

-Si pero me temo que no es suficiente.

-¿Por qué dice eso?

-Hay dengue también. Vas a necesitar ponerte la pomada anti mosquitos. El bicho reposa un poco ahora en invierno pero se está haciendo cada vez más fuerte. Cuidate mucho vos.

-¡A la pucha doctor!. Lo único que falta ahora que me diga es que los radicales volvieron al gobierno y cartón completo.

-No. Pero algo parecido.

-No me diga que la Cristina ya no es la presidenta.

-No tan así, pero perdió las elecciones legislativas. Es una historia larga que en la calle la vas a entender. La gente que la apoyaba, dejó de apoyarla. Y se metió en un lio tremendo con los agricultores.

-¡Uhh!, pero bueno doctor así es la política. Ahora tendré que salir a buscar mi trabajo, estuve mucho tiempo en cama y tengo que salir a remarla de nuevo. Mañana iré al Banco Times a recuperar mi trabajo.-

-Me temo que no va a poder ser.

-¡Uhh! y ahora ¿por qué dice eso?.

-Ese banco quebró debido a una crisis económica mundial que hay desde algún tiempo.

-¿Crisis mundial? Estoy confundido. Esto es una desgracia. Entonces voy a faenar y vender las vacas que tengo en la finca de un amigo. En España tengo comprador seguro. Con esa platita tiro hasta el año que viene.

-Imposible mi amigo. Están prohibidas las exportaciones de carne.

-¿Doctor usted me está hablando en serio?¿Y qué hago entonces? Es el único bien que tengo. No tengo donde ir a parar. Soy soltero y no tengo casa y encima estoy sin trabajo. -¿Me puedo quedar acá?.

-No mi amigo, es más mañana le doy el alta y se va a tener que ir. Necesitamos todos los equipos para la gente enferma de gripe A.

-Doctor, no me puede decir eso. Solo me queda pegarme un tiro.

-Tampoco va a ser posible. Ahora prohibieron las armas de uso por particulares sin registro.

-Por eso doctor, en este país a veces es mejor seguir durmiendo.

Y así fue que el paciente Pablo, recobró la vida en un segundo y en pocos minutos más, la conciencia . El día siguiente lo va a encontrar con nuevos obstáculos en las calles de este país, que no son otra cosa que desafíos a enfrentar.

lunes, 29 de junio de 2009

HOMENAJE TUCUMANO A MICHAEL JACKSON (en tucumano básico)

Ayer por la tarde, luego de hervir la pava para tomar el té, me di cuenta de que no tenía azúcar. Entonces fuí al almacén de ramos generales de doña Elvira y me encontré con mis vecinos conmovidos por la muerte del rey del pop, Michael Jackson. Mientras esperaba mi turno no pude evitar escuchar la siguiente conversación entre la almacenera y el negro gatillo.

-¿Hola don negrito, se enteró de la muerte del cantante este que se hizo blanco?.-

-¡Ahhh claro doña! Ese chango mechudo que bailaba. Maiken yanson. Era medio picante sacudiendo las yantas. Al comué le decian el rey. Esos del noticioso no saben nada de baile. Ese comué, “el Miguelito Panzón” de la gomeria de acá a la vuelta se baila todo en la tangueria. Le saca viruta al suelo, viera uté. Eso que anda inflao, pelao, cabudo y veterano. Con unos años meno, se lo come al flaco ete.-

-¿Pero ahí dicen en el noticioso que ha vendío doscientos cincuenta millones de discos?.-

-Bueno doña. El miguelito se ha vendío cincuenta gomas usadas y la bruja de él se ha horníao cincuenta patafrolas y el noticioso no dice nada. No sabe uté el membrillo como lo saca de rico la vieja..-

-¿Y qué me dice usté de los premios que ha ganao en la televisión?.

-¡¡¡Vah!!!. ¡La han empaburao doña!. El miguelito se ha ganao como mil concurso de pasodoble en la tangueria. Lo que pasa es usté no va pal baile doña. Entonce no se entera.

-¿Pero y toda la plata que ha ganao con los conciertos?.

-Y bueno pero el miguelito ayer se ha embuchao cincuenta mango en parche. El maiken yanson tenía que gatillarle como quiniento millones de mangos a los abogao. Andaba suri.-

-Bueno en eso tiene razón. Se ha muerto debiendo plata. Pero tiene tres hijos. Ha hecho una linda familia.-

-¡Pero doña!, el miguelito tiene como nueve changos y cinco chinitas, encima do le han salío gomero y la changa mayor es peluquera. Pero es verdá que las dó más chinitas lo hacen renegá cuando se van pal baile con los chango de la cuadra.-

-Pero el problema de estos famosos es que se drogan y se hacen daño a la salú.-

-¡Doña! Ahora la juventú anda baqueteada. El miguelito se chupaba dos damajuana de vino terciao con pesi cola y no se resaquiaba. Pero sabe uté que cuando era chango, se tomaba el café con leche pulsudo y se mandaba a laburá. Bueno doña me voy pal rancho porque la patrona va a pensá que he andao chinitiando por ahí.

-Vaya nomás don negro, que lo van a correr de la casa.-

Acto seguido compré la bolsa de azúcar y me retiré. Cuando salía pasé por la gomeria de miguelito y lo vi. Pude apreciar su modo de actuar. Danzaba de un lado hacia el otro trasladando las ruedas pinchadas. Luego con su trabajo terminado se dirigía a la gente, deslizando sus pies y meneando las caderas. Y al cobrar, movía los brazos de abajo hacia arriba. Finalmente se paseaba entregando golosinas a los niños de la cuadra, balanceando su cuerpo y pegando una vuelta completa al momento de la entrega.

Si bien debo admitir que estoy conmovido por la muerte del rey pop, sobre todo por ser un admirador de su música además de su destreza corporal, también debo reconocer que en mi barrio pude encontrar un bailarín natural que por lo menos ayer ha colmado un pequeño vacio.

sábado, 20 de junio de 2009

FOTOS DEL CORAZON

En estos días que pasaron estuve medio bajoneado y pensativo. Como me suele ocurrir a veces, cuando las cosas están mal de repente aparece una pequeña luz de optimismo, aún en los peores momentos.
Estoy caminando siendo las tres de la tarde para despejar pensamientos negativos. De repente me detiene un tipo robusto y alto. Es extranjero, probablemente alemán, con la relajación propia de un bohemio y desplegando en el ambiente el olor de mil porros. Viste con bermudas anchas y luce la camiseta argentina de Messi. Casi con con timidez me pregunta:
-¿Usted me puede decir donde es la calle Lamadrid al ochocientos?. me dijeron que era aquí cerca.- Puedo advertir que su castellano era bueno.
-No maestro, es como diez cuadras en aquella dirección.- Le respondo, es obvio que lo mandaron al carajo.
- OK gracias.- Da media vuelta y se va.
Después se acerca a un vendedor de aloja de maíz con su carrito de lata. El alemán me pide que les saque una foto con su ultramoderna cámara digital. Luego la tomo y mientras saco esa foto, estoy viendo al alemán con la camiseta argentina abrazado del hombre de rasgos aborígenes tucumano y el carrito de lata oxidada como accesorio. Sus rostros contagian la inocencia propia de los niños y el paisaje es la calle Junin y su realidad de mega feria de venta de chucherías. Esta cámara costosa está generando un testimonio sobre una parte de la realidad del ser humano que muchos quieren ocultar. Están allí, emitiendo una gran sonrisa. Se alejan de las miserias del mundo. Con esta imagen me doy cuenta de que nada está perdido. Si bien el aspecto y el vestuario del tucumano es precario, al europeo no le importa. Se están abrazando dos estaturas. Dos edades. Dos Colores de piel. Dos niveles sociales. Dos lenguas. Dos continentes. Dos culturas. Dos sueños.
Es cierto que una parte de la realidad del mundo empeora día a día. No menos cierto es que hay alguna realidad que nos alienta en creer de que todo puede mejorar. Ahora estoy guardando esta foto en la memoria de la maquina digital, pero principalmente en un lugar donde jamás se perderá. En la memoria del corazón de los presentes.

lunes, 8 de junio de 2009

MI MEJOR REGALO

Después de muchos años, mirando entre mi ropa vieja, vi la camiseta desgastada de Boca con las letras "fate 0" y recordé una mañana del día de reyes magos de mi infancia.
Precisamente en el año noventa y dos, recuerdo que tenía diez años
recién cumplidos y como siempre me despertaba atolondrado para buscar mi regalito. Ese día estaba la camiseta de Boca a la par del pastito y el vaso de agua. Era el mejor regalo que me podían hacer. En esa época no sabia si era trucha u original pero ni me importaba porque tenia impreso el número nueve de Batistuta. Cuando vi ese número nueve casi se me sale el corazón. Dieguito mi vecino a quien le regalaron también la casaca, no lo podía creer. A él le regalaron la camiseta original pero no tenia el número nueve. Por un momento lo noté medio envidioso. Pero a esa edad la envidia tiene otro color, por lo tanto mucho no nos importó. Ahí nomas salimos a estrenar nuestros regalos.
Con gran emoción nos fuimos al predio que posee radio nacional en la esquina de mi casa y llevamos la pelota de
cuerina descascarada para jugar un picadito con otros pibes. Ese día pateamos hasta hartarnos. Aquel día como otros estuvimos jugando hasta que oscureció y luego nos fuimos a tomar con las pocas moneditas que juntábamos una gaseosa de tercera marca.
Pasaron dos años y fuimos a jugar un picado contra unos
pibes ricachones y nos dijeron burlándose que las camisetas de nuestro equipo eran truchas. ¿A esa altura quien nos quitaba lo jugado?. Me sentí el bati por mucho tiempo e hice muchos goles en la canchita de la esquina.
Estos
pibes ricos con camisetas originales del manchester o del barcelona no lograrían destruir nuestras sensaciones en la cancha con sus dichos agresivos. Tampoco todas esas tardes en que volvíamos a la casa embarrados hasta el cogote quedarían devaluadas. Ellos lucían camisetas para ir a presumir en la calle y nosotros los pibes del barrio, para hacer un culto a la sana amistad.
A los quince años me compré mi primera camiseta original de Boca. Pero querida gente les aseguro que no era tan linda ni la disfruté tanto como aquella camiseta trucha de los diez. Fue sin dudas el mejor regalo que me hicieron.
¿Para vos el mejor regalo fue siempre el más caro?
Quizás dentro de tu corazón esté la respuesta.

martes, 2 de junio de 2009

UN ANGEL EN LA NIEBLA

Noche fría y la permanente neblina cubre el panorama en Tucumán. De las pocas jornadas que hay durante el año en esta provincia. Nadie en la calle. Al único que se ve en el semáforo es a un pibe, que se sube al bondi y me reparte su estampita de la virgen.
Esta unidad de pasajeros luce oscura y apenas iluminada con una tenue luz roja. Al pibe apenas se le ve la cara por debajo de esa gorrita desteñida y sucia, además de que su piel es del color de la noche. Su mirada no desentona con la situación. El camina repartiendo su producto masivo a toda la gente adormecida y endurecida de frio esperando moneditas como contraprestación. Pasa por mi lado, tomo la estampita y veo que tiembla su pequeña manito por el frio. Luego regresa y se sienta en el primer asiento mientras espera que la presencia de la virgen de desatanudos surta efecto en los pasajeros y aparezca la caridad humana. Su permanencia en el asiento se prolonga .El fin es que el bondi avance y lo acerque aún más a su “misteriosa” casa. Este gesto puede interpretarse como de picardía generalmente. Pero esta noche me atrevo a sentenciar que fue por supervivencia.
Luego se para y recolecta, asiento por asiento, su retribución pecuniaria en monedas. Al llegar mi turno, pelo del bolsillo la moneda y me quedo con la estampita. Hago lo que pocas veces hago. Lo miro a la cara. Veo sus ojos tranquilos pero fuertes como los de un adulto bien plantado. Lejos de lo que uno espera ver en el rostro de un niño. Parece un ángel que pasa por nuestro lado, porque a pesar de la soledad que lo acompaña, su presencia transmite una gran sensación de paz. Luego sigo observando a medida que cumple su tarea y la gente me parece que comparte la misma sensación.
Noche exitosa eso pensaría cualquiera por la formidable recolección. Levanta “monedas en pala” como se dice en el barrio. Pero no lo veo feliz por ello. A continuación, siendo las doce de la noche, este purrete se baja en uno de los semáforos de las cuatro avenidas y un cartel luminoso marca ocho grados mientras la lluvia azota incesantemente el pavimento. Ya con los pies sobre la calle, ata dos bolsitas a sus destrozadas zapatillas para cubrirse del agua y emprende la caminata. Comienza a dar sus primeros pasos, pisa un charco y se lamenta. No noto torpeza sino que la noche lluviosa sumada a la neblina y al desnivel del pavimento hacen prácticamente imposible distinguir un charco de lo que es la parte plana. En medio de las cuatro gigantescas avenidas, el pibe está solo y derrotado siendo su única compañía la lluvia helada. El frio es tan intenso que hasta las trabajadoras de la noche están de licencia.
Cuando el semáforo se pone en verde, los autos lujosos avanzan a gran velocidad por delante del pibe y este cada vez se aleja más hasta que se pierde entre la abrumadora niebla.

Me doy la vuelta y todos prácticamente cubiertos hasta el mentón de la cara con sus camperas titánicas, observan lo mismo que yo. Cuando el semáforo se pone en verde este ómnibus sigue su camino y también desaparece en medio de la niebla.